BLÁZQUEZ Y SALVADOR, 18º EN LA GENERAL

Los pilotos Burn están realizando una brillante carrera centrados en
conservar la mecánica, el pilotaje y en la orientación.

Marc Blázquez y Nacho Salvador, los primeros españoles del Lisboa
Dakar, se han clasificado vigésimo terceros, a 44 minutos de los
franceses Magnaldi y Debron, los ganadores de esta sexta etapa. La
excelente maratón que están disputando los sitúa en el puesto
dieciocho de una General en la que compiten las más potentes
escuderías mundiales.
Como aperitivo, hoy los pilotos Burn se han levantado a las dos de la
mañana, para comenzar a las tres un interminable enlace de 336 km
antes de la etapa.
El equipo Burn ha rodado por un terreno técnico y rápido siempre por
fuera de pista. Los primeros 250 km de especial han sido
vertiginosos, “Todo ha salido a pedir de boca, estamos muy
cansados por el madrugón, pero contentos. Hemos ido a
nuestro ritmo, aunque cuidando el coche porque hoy las
asistencias llegan muy tarde y sabíamos que si nos pasaba
algo, no tendrían tiempo para reparar. Hemos cogido un
excelente compás que nos coloca en un óptimo dieciocho de la
general. Llegar a la sexta etapa es todo un lujo y estamos
disfrutando mucho. Nuestra estrategia es correr con la cabeza
y los resultados, de momento, son buenos. De todas formas, el
verdadero Dakar comienza ahora.”, señalaba Blázquez, el joven
piloto de Girona.
El objetivo de la jornada era conservar la mecánica y encontrar el
paso correcto en las dunas, “Al final de toda la arena hay una
gran duna transversal donde mi preocupación era encontrar
su paso, porque si te equivocas, te metes de lleno en un
inmenso erg del que es un infierno salir. Hoy se ha dado todo
bien y hemos superado las dunas sin problemas”, señalaba
Salvador.

A estas alturas de la gran aventura, la navegación se complica cada
día más. Los pilotos tienen que orientarse únicamente con los rumbos
y el libro de ruta, herramientas algo escasas en la inmensa África.
“Hoy la navegación no ha sido compleja, aunque hay que
poner los cinco sentidos especialmente en los agujeros,
porque aunque están bien marcados, su dificultad no coincide
con la realidad, están señalados sin criterio. La etapa ha sido
bonita, como debe haber llovido, el desierto estaba como
cubierto de hierba, era como una alfombra verde.”, subrayaba
en el campamento el experto navegante madrileño.
Y mañana, 521 km hasta Atar.
Tras recoger sus regalos de los Reyes, el equipo Burn iniciará la
séptima etapa por el interior mauritano para, después de 521 km,
llegar a Atar, una de las ciudades principales del país.